4 nov 2008

ELLA: que también sonrie...


Aunque yo ya no era animal de costumbres,

Hemos tomado una nueva costumbre...

El abrazarnos cada quince días...



Pero tú, (y tu despreciable sonrisa) me habéis obligado a tomar otras...

Un cepillo mojado cada dos días...

Una esponja que ha invadido espacio de miniducha...

Unas mantas en el sofá...

Sí, pequeña pedorra, te odio un poquito por haberte hecho un hueco en mis días... y aunque sólo te pueda dar abrazos en fines de semana largos cada quince días, que sepas que te has metido en mi vida... Y todo por un puto cepillo de dientes...

Y que sepas que ya consigo decir supercalifragilisticospialidoso dos veces seguidas sin respirar y que seguiré ensayando para conseguir que sean tres seguidas y poderte dar un abrazo antes de tiempo...

Por todas las faldas negras que nos quedan por vestir, y por todas las cervezas que nos quedan por tomar...

Por todo, un saco de sonrisas....



Ya sabes que segun te montaste en el tren empece a echarte de menos...






Mi canción de hoy:





3 comentarios:

kyrah dijo...

Te odio.
Te odio porque estoy llorando como una niña pequeña y no tengo a Begos que abrazar. Te odio porque los días aquí son grises, llueve y no tengo sonrisas que me hagan feliz. Te odio porque echo de menos las mandarinas, los besitos maternales de buenas noches, escuchar al viento por el portero automático y hasta tus ronquidos de dinosaurio. Te odio porque, aunque nadie lo entienda (y a nosotras nos dé igual) te has convertido en alguien muy importante y se me hacen cuesta arriba estos quince días que paso sin esperarte en el sofá.
Y te odio porque hacía mucho mucho mucho tiempo que las estaciones habían dejado de dolerme, y ahora trato de alargar el momento de irme sólo para no tener que despedirme de ti.

Te odio muy mucho, mi pequeño coco.
Graias por TODO.

:)

iReYaNiL dijo...

Eso de saco de sonrisas es de mi monopolio, pero yo te lo dejo.
Toque esta semana :)
Muaaaa!

Noe dijo...

Begoooo, jopé hace taaaaaaanto que no sé nada de ti. Aunque las personas como tu sois de esas que dejan sabor duradero.

¿Cuándo hacemos una quedada?...

El otro día me acordé de ti porque estoy dando catequesis y el catequista del otro grupo es clavaito a uno de cuyo nombre no quiero acordarme, ¿te acuderdas? yo creo que aún tiene ganas de derivarte a psiquiatría...jajaja.

Te quiero, amarilla