Y de repente sonó el móvil a una hora nocturna... Era ella, Miribu, la chica guapa y siempre dispuesta a escuchar y a hablar... 1 hora y cuarto pegada al teléfono... contándonos nuestras cosas en breves resúmenes... desde antes de verano que no hablábamos...
La echo un montón de menos...
Sms del chico de los pantalones de cuadros, el pelo largo y la barba de los besos que no rozan...
- Hola. Te gustaría que nos viéramos amor
¿Qué decirle?
Tengo los sentimientos un poco confundidos... siento algo por alguien que no es él... ese alguien quizás no sienta nada por mi...
Pero es que el chico de los pantalones de cuadros marcó... me marcó mucho... ya me dijo un bello caballero que no se creía que le dejase para siempre... que siempre estaría ahí el chico de los pantalones de cuadros...
¿Por qué es todo tan difícil?
¿Por qué no está todo claro?
¿Por qué me alimento de falsas esperanzas?
¿Por qué mis sentimientos no son los que yo quiero?
¿Por qué quiero otros brazos para abrazarlos?
Déjame quemarme... aunque sea imaginario... déjame equivocarme y tirar por lo que no es seguro... déjame perderme en mi ciudad pensando y acabar en la puerta de tu casa para explicartelo... pero echame de comer aparte... ya sabes como soy... he intentado explicartelo... pero no me he explicado... he intentado contartelo... pero sólo he llorado... he... pero no le he amado...
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1 comentario:
Creo q el sábado la vi...pero no tenía muy claro si era ella...jeje y no la dije nada!!!un besito xa ella desde aki!!
Ánimo morena mia...Mira q linda letra...
Hace tiempo perdió la memoria, rozó la locura.
Dejó su casa, el trabajo, y se echó a andar.
Sobrevivía vendiendo tesoros que encontraba en la basura.
“Mi hobby favorito”, reía, “siempre fue pecar”.
Irónico poeta del vicio, artesano nocturno.
Turista en el precipicio, fulanito de tal.
“Si me invitas, chico, te cedo mi turno,
yo ya he cerrado todos los bares que debía cerrar”.
Y en algunas noches mojadas
de su garganta brotaban
palabras gastadas de amor.
En una esquina del dolor,
“no podría estar mejor
que a tu lado, campeón,
ahora mismo, aquí”.
Era marinero en el barco de todos los sabios,
aprendiz de lunático, ministro underground.
Licenciado en el arte de rozar con los labios.
“Todas me han tumbado con un beso en el primer round”.
Dueño del tiempo que ahora se muere en nuestros brazos,
un día el exceso le segó la curiosidad.
¿Nunca te ha ocurrido que, aburrido, dibujas unos trazos
y te suena la cara del monigote que acabas de pintar?.
Y en algunas noches mojadas
de su garganta brotaban
palabras gastadas de amor.
En una esquina del dolor,
“no podría estar mejor
que a tu lado, campeón,
ahora mismo, aquí”.
paciencia pekeña Checha!!!
un besin
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