Perdida en la calle de los sueños...

Me dejo perder en esos ojos y alterar la apacible calma que me transmiten... alterarte con mis gestos, con mis palabras encadenadas... te dejo verme llorar... te sorprende alguien sensible... pero es difícil que no supieses como era antes de verme... soy demasiado transparente... y en la oscuridad me siento sola... y no era eso lo que pensaba... ni lo que esperaba... y necesito alguien que me altere y al que sienta a mi lado... y sé que los besos de hoy serán los últimos pero es que no sé mentir...

Y camino sola por una calle... por una calle con la luz demasiado naranja... por una calle en la que me he sentido perdida pero que sabía que era mi sitio... por una calle que me ha hecho llorar... y que ha dejado que mi ojos medio llorosos encerrasen en mi cámara el sueño de aquellos portales que una vez fueron y ahora no son... y me he sentido como en casa... porque fui y ahora me cuesta ser...

Continúo mi camino dejando que el aire ondee mi pañuelo... y recordando aquella frase que le dedique a Iñaki hoy... sentir el aire golpeando mi cara me hace sentir libre... y mi mente vuela... y se pierde entre aromas de flores... y jamás me di cuenta de lo bien que huele esta parte de la ciudad... y sueño y creo volar teniendo los pies en el suelo...

Y unos ojos posados en el suelo sienten el calor de una mirada... y sé que ese hombre necesitaba que alguien le sonriese... lo supe desde que le vi al inicio de la calle yendo de un lado a otro... buscando apoyo en una pared ficticia... pero lo encontró en una sonrisa sincera...

Luego encontré un tejado en el que a Lisbon en el tejado le gustaría subirse y disfrutar de su soledad como ella sabe... e intente captarlo con mi cámara sólo para ella... pero había poca luz... sin embargo el flash de mi cámara alumbró a dos pequeños gnomos que me pedían con una grata sonrisa que les secuestrase un trocito de su alma y los encerrase en mis fotos... hablaban un lenguaje raro, un poco difícil de entender... debía ser el lenguaje de la felicidad porque no paraban de sonreir... tras dos besos de gratitud y un roce con mi oreja me dejaron adivinar cual fue su secreto...

Y camine dando saltos... siguiendo unas huellas azules que había en el suelo... me encuentro con un jinete de ojos profundamente negros... un jinete de los que cabalgan en bicicleta que sonrie ante mi estupida ilusión de llegar a alguna parte... pero las huellas solo llevan a una puerta cerrada... como está mi corazón ahora... y sigo ese olor misterioso que hacia un rato me envolvió... y acabo ante otra puerta... cara guapa... alias chimponfonita me abre la puerta... y tras abrir una segunda puerta de la que esta vez si que tenía llave... me sorprende el aroma del tomate de mamá... hacía mucho tiempo que no me sentía tan a gusto en casa... me da miedo irme... hoy no me apetece... hoy me quedo en casa... recordando mi viejo sueño y empezando un nuevo cuaderno exclusivo para él...

Mi canción de hoy:

Skalariak: Despideme